viernes, 8 de enero de 2016

Efecto de las inundaciones en la producción citrícola de Entre Ríos. Recomendaciones de manejo.

Por Ings. Agrs. M. Fernanda Rivadeneira (INTA EEA Concordia) y Sebastián Perini (AER Chajarí) rivadeneira.maria@inta.gob.ar; perini.sebastian@inta.gob.ar

En primavera 2015 y a principio de 2016 el fenómeno climático “El Niño” está dejando a su paso consecuencias que afectarán la producción citrícola del litoral de Argentina en el corto, mediano y largo plazo. En Entre Ríos, específicamente en el departamento de Concordia y Federación en donde se concentra la producción de naranjas y mandarinas, las precipitaciones en 2015 y particularmente en diciembre fueron mayores a las normales. La ocurrencia de lluvias intensas y prolongadas provocaron anegamiento en los suelos,  mientras que las  inundaciones ocasionadas por la crecida del lago de la Represa de Salto Grande y del Río Uruguay, provocan un daño inmediato a las plantas cítricas y ocasionan pérdidas severas en la producción, especialmente en suelos pesados que no permiten un buen drenaje.
En quintas visitadas durante la inundación de diciembre de 2015, se han observado daños directos e indirectos en las plantaciones de citrus. Los directos se visualizan en las plantas que estuvieron bajo el agua por un período prolongado de tiempo (Foto 1). Por lo tanto se han secado las hojas hasta la altura que llegó el agua  (Foto 2) y se perdió por completo la campaña 2016, debido al intenso raleo de frutos.  Entre los daños indirectos se observó que los alambrados perimetrales y los caminos internos de los predios se dañaron, además se depositó una gran cantidad de resaca y palos traídos por el agua del lago de la Represa de Salto Grande.  Además los productores que se encuentran cerca del lago utilizan las tierras bajas (inundables) para la cría de bovinos, esta actividad secundaria en los predios de la zona fue muy afectada y obligó al traslado del ganado.

Foto 1: plantas de cítricos durante la inundación.

Foto 2: plantas de cítricos luego de la inundación.

Anegamiento e inundaciones
El exceso de agua en el suelo produce disminución del oxígeno dentro de unas pocas horas. Esta situación induce una variedad de disturbios fisiológicos que alteran el crecimiento de la planta cítrica, incluyendo reducción de la absorción de agua, desbalances hormonales, alteración de la distribución de carbohidratos, absorción deficiente de nutrientes, senescencia temprana de hojas y daños en órganos, que a veces precede la muerte de la planta.
Las inundaciones son un stress estacional que afecta a las plantas a través de la reducción de la disponibilidad de oxígeno del suelo y promoviendo el desarrollo de microorganismos dañinos. Las raíces de las plantas inundadas consecuentemente sufren de hipoxia (bajo concentración de oxígeno) o anoxia (ausencia de oxígeno). Aunque la respuesta dependerá según la variedad, el citrus es considerado un cultivo sensible a las inundaciones.
En cambio el anegamiento puede ser provocado por lluvias excesivas, fertirriego excesivo, inundación o por la presencia de agua superficial en forma permanente o temporaria. La duración y severidad del anegamiento dependerá de la cantidad de agua que ingrese al suelo, de la topografía del sitio, de la estructura y la capacidad de absorber agua del suelo.
El anegamiento impacta en la estructura del suelo, a través de la dispersión de las partículas de arcilla y la consecuente reducción en el espacio de poros. El subsuelo usualmente estará mayor tiempo en condiciones de anaerobiosis. Es por ello que se debe prestar atención especial a no ingresar maquinaria pesada en suelos húmedos ya que puede producirse compactación y el deterioro de la estructura del suelo. 
Síntomas en plantas cítricas
Los síntomas en los cítricos dependerán de la duración del anegamiento, de la variedad, del portainjerto y de las condiciones del suelo.
Como las raíces de los cítricos no pueden absorber agua uno de los síntomas que se observan es el del marchitamiento de las hojas y ramas, particularmente en climas cálidos. Si el anegamiento es prolongado o si el suelo permanece mucho tiempo con agua el árbol puede mostrar síntomas más severos (similares a los ocasionados por Phytophtora), como caída de hojas, reducción del crecimiento, amarillamiento en las nervaduras, hojas pequeñas y amarillas y muerte de ramitas.  Como se produce una muerte de raíces, la parte aérea responde reduciendo su crecimiento.
Los portainjertos varían en su capacidad de tolerar el anegamiento, en el caso del portainjerto más difundido en la región, el trifolio (Poncirus trifoliata Raf.) es de mediana resistencia, pero hay que considerar que su bajo ritmo de crecimiento provoca una lenta recuperación de las raíces.
Durante el período de inundación, se puede esperar un cierre de estomas en las hojas para evitar pérdida de agua y consecuentemente una disminución en la absorción de agua por la raíz, con una diminución en el crecimiento, clorosis y marchitamiento de hojas. Una consecuencia de esta alteración en el funcionamiento de la raíz es la reducción de absorción de nutrientes, por lo tanto las concentraciones interna de micro y macronutrientes puede modificarse radicalmente luego de una inundación. Dentro de estos se observa la alteración de la absorción de nitrógeno (N) en condiciones de anoxia y cambios en su distribución dentro de la planta. Además, en suelos en anaerobiosis el N puede perderse a través del proceso de desnitrificación. En estas condiciones otros de los síntomas que se pueden  observar son los de deficiencias de hierro, con hojas cloróticas (Foto 3). Además, el anegamiento previene la absorción de potasio (K), por lo tanto disminuye su concentración en hojas y esto ayuda a la absorción de otros nutrientes como el  cobre (Cu) o manganeso (Mn). Hay que prestar atención a la concentración de K especialmente si el portainjerto utilizado es el trifolio que de por sí tiene menores valores en hoja en comparación a otros portainjertos.
Para la presente campaña es de esperar una rápida pérdida de calidad, especialmente en mandarinas tempranas provocado por bufado. El bufado se halla asociado, también, a factores responsables de un crecimiento vigoroso del árbol y crecimiento activo del fruto,  en este caso dada por la alta disponibilidad de agua y rápido crecimiento del fruto. Los frutos más grandes, con más corteza y más gruesa, son más proclive al bufado, condiciones presentes en esta campaña. 
Efectos posteriores: enfermedades
Las periódicas precipitaciones y el alto porcentaje de humedad ambiente fueron las condiciones ideales para el ataque de enfermedades como Cancrosis, Alternaria y Mancha Negra. Además complicaron la realización de aplicaciones preventivas y de control por falta de piso y por la ocurrencia de la lluvia en sí misma. La presencia de raíces dañadas o el uso de polainas de protección del tronco en plantaciones jóvenes pueden ser vía de entrada de otras enfermedades. Otra fuente de infección pueden ser las frutas en las ramas inferiores de los árboles, ya que las misma es muy susceptible a la infección por podredumbre. 
Foto 3: fruta en rama afectada por la inundación.

Recomendaciones 
Antes de iniciar cualquier acción, es necesario efectuar un diagnóstico de la situación para la posterior toma de decisiones, considerando: 
·         Evitar ingreso de maquinaria: el suelo debe encontrarse lo suficientemente seca y firme antes de pasar con maquinaria (tractores, turbinas) para evitar huellas que agravan el drenaje de los lotes anegadas o inundados. Además debe examinarse la superficie  del suelo ya que de esta forma se podrá advertir la presencia de sedimentos y de una capa mucilaginosa que actúa como barrera que sella el suelo,  y que está formada generalmente por limo, materia orgánica en descomposición, algas y hongos. 
·         El estado físico y químico del suelo: es imprescindible la extracción de muestras a efectos de conocer los posibles cambios en la fertilidad del suelo y la estabilidad de su estructura. 
·         Profundidad a la napa freática: la presencia de napas poco profundas puede prolongar la situación de anegamiento. Por lo tanto conviene realizar un pozo a fines de determinar la profundidad a la que se encuentra. De acuerdo a la pendiente del lote pueden dejarse abiertos pozos, desde la parte más altas a las más bajas, para analizar la evolución de la napa en el tiempo. 

Una vez realizado el diagnóstico inicial se podrá:
ü  Poda: Evitar las podas en aquellos lotes muy afectados hasta tanto se produzca las primeros brotaciones. Eliminar solamente partes de la planta muertas o con síntomas de enfermedades.
ü  Labores: realizar labranzas ligeras en aquellos lotes que presenten costras superficiales a fin de facilitar la aireación de las raíces. En plantaciones jóvenes eliminar polainas o corroborar la ausencia de tierra o material que pueda provocar podredumbres en el tronco. Asegurar que la unión copa/injerto quede sobre el nivel del suelo.
ü  Fertilización: realizar el abonado en forma balanceada y fraccionada, tener en cuenta no provocar más anegamiento si se hace fertirriego. Considerar reducir aportes debido a disminución del tamaño de copa y por pérdidas de raíces.
ü  Aplicaciones foliares: es muy importante proteger las brotaciones de ataques de plagas y enfermedades. Prestar atención a los aportes de micronutrientes que nos permitan recuperar las plantas. Considerar que la absorción  de macronutrientes es fundamentalmente por raíces. 

Bibliografía consultada 
·         Arbona, V., López-Climent, M.F., Pérez-Clemente, R. M.,  Gómez-Cadenas, A. 2009. Maintenance of a high photosynthetic performance is linked to flooding tolerance in citrus. Environmental and Experimental Botany 66:135–142.
·         Hardy, S., Barkley, P., Creek, A., Donovan, N. 2012. Impacts and management of flooding and waterlogging in citrus orchards. Citrus Australia Factsheet. Department of Primary Industries. NSW Government. Agriculture NSW. 9 p.
·         Liao, C.T, Ho Lin, C. 2001. Physiological Adaptation of Crop Plants to Flooding Stress.Proc. Natl. Sci. Counc. ROC (B).Vol. 25, No. 3, pp. 148-157.
·         Martínez Cuenca, M. L., Quiñones, A., Primo Millo, E., Forner Giner, M. A. 2015. Flooding Impairs Fe Uptake and Distribution in Citrus Due to the Strong Down-Regulation of Genes Involved in Strategy I Responses to Fe Deficiency in Roots. DOI: 10.1371/journal.pone.0123644
·         Martínez-Alcántara, B.,  Jover, S.,  Quiñones, A.,  Forner-Giner, M.A.,  Rodríguez-Gamir, J., Legaz, F., Primo-Millo, E., Iglesias, J. D. 2012. Flooding affects uptake and distribution of carbon and nitrogen in citrus seedlings. Journal of Plant Physiology 169: 1150– 1157.

Por Ings. Agrs. M. Fernanda Rivadeneira (INTA EEA Concordia) y Sebastián Perini (AER Chajarí) rivadeneira.maria@inta.gob.ar; perini.sebastian@inta.gob.ar



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